sábado, 11 de junio de 2011

La Boheme

La primera vez que vine a Francia cantaba esta canción de noche por las calles de Estrasburgo. París era la Bohemia, la ciudad mas artística de Europa, y sobre todo La Meca de todo joven estudiante de traducción que aspira a convertirse en intérprete.

Cuando me dieron París no me lo pensé dos veces antes de aceptar mi destino. Me daba miedo compartir una pequeña buhardilla de 25m2 contigo, apenas te conocía, pero después de casi dos meses buscando piso sin éxito era lo mejor que pude conseguir para los dos. Ahora si pudiera volver atrás no cambiaría nada, ni nuestro pequeño piso en Strasbourg Saint Denis (Otra vez Strasbourg, nada es casualidad), ni Chateau d'Eau, ni por supuesto tú. Nada habría sido lo mismo si no lo hubiera vivido contigo.

Cuando llegué a París pensaba que La Bohemia no existía, que había muerto en alguna barricada en mayo del 68 y que solo quedaba de ella los pintores de la Place du Tertre y las viejas canciones de Aznavour en uno de esos bares en que por un café los turistas venden a diario su alma al diablo. Ahora sé que me equivocaba, La Bohemia es una habitación decorada con fotos de Doisneau, los pic nics al borde del Canal Saint Martin. La Bohemia es pasear con Rosa por la noche enfrente del Pompidou, escucharla tocar la guitarra en un pequeño apartamento con vistas a la Torre Eiffel. La Bohemia es viajar a Giverny, o mas lejos, a Arras, o aún mas lejos, a Amsterdam, y volver a casa cansados y con la mochila llena de historias. La bohemia es ver How I Met sentados en tu sofá después de volver de clase, las noches en casa con amigos, buena comida y mejor Desperados. La Bohemia es ir a buscar a Paula después del trabajo y terminar comiendo pizza en Chateau d'Eau. Pasear con Alicia cerca de la Estatua de la Libertad y sentirse como en Nueva York. Sentarse en las escaleras de Montmartre y ver París con banda sonora de fondo.



Gracias por todos los momentos compartidos, Alba. Y como tu has dicho, siempre nos quedará París.

viernes, 10 de junio de 2011

Ensemble, c'est tout


Y me he quedado sola. Mi Erasmus se ha acabado para siempre con tu partida de esta casa. Recuerdo un día hace poco en una estación de metro desconocida. Las lágrimas que derramaban mis ojos no eran solo por tu partida, sé que nos volveremos a encontrar, era por mi propia experiencia, por nuestra experiencia juntos en esta casa, en esta ciudad. Te conocí hace menos de un año, y que importante te has hecho en tan poco. No podría llamarte amigo, tu ya eres más que eso, fuiste mi Erasmus, fuiste París. Y a partir de ahora me será imposible pensar en esta ciudad sin acordarme de tu nombre.
Nuestros caminos se separan ahora, pero pronto volverán a correr paralelos. Como dices tú, ¿por qué no nos vamos a encontrar en una parada de metro de Nueva York?, ¿o en una terminal de Madrid?, ¿en una isla griega? o en la ciudad que ha visto nacer entre nosotros esta bonita (y sé de sobra que duradera) amistad.

Gracias por los meses, las risas, las desperados y todos eses consejos que se parecían más al de un hermano mayor que al de un simple compañero de piso.

Merci, thank you, xie-xie, grazas, obrigada!!

Suena raro, pero en nuestro caso es real: "Siempre nos quedará París"

Je t'aime mon ami!